Se trata de la colaboración TESS-CL, llamada así por el telescopio espacial TESS que comenzó a operar en abril de 2018 en búsqueda de planetas extrasolares.
Fue gracias al surgimiento de la misión Kepler-K2, por una falla técnica del satélite Kepler de la NASA, lo que hizo a este telescopio espacial monitorear campos de cielo accesibles desde el hemisferio sur y con ello realizar observaciones desde el norte de Chile para caracterizar y confirmar candidatos a exoplanetas. Con ello, una oportunidad a los investigadores nacionales, que se reunieron en el grupo que hoy se llama TESS-CL, una colaboración que toma su nombre del telescopio espacial TESS o Transiting Exoplanet Survey Satellite, por sus siglas en inglés, que comenzó a operar en 2018 luego de que el Kepler dejara de funcionar definitivamente.
Este grupo, formado por investigadores de la Universidad Católica, la Universidad de Chile, de Valparaíso, de Antofagasta, Católica del Norte y Católica de la Santísima Concepción se reunió el pasado 29 y 30 de abril, con la idea de discutir acerca del trabajo que se ha hecho hasta ahora en cuanto a la selección, seguimiento, análisis y publicación de los candidatos a exoplanetas de TESS, además de intentar definir los objetivos científicos principales del proyecto y determinar en que podría contribuir cada miembro de la colaboración”, cuenta Rafael Brahm, investigador postdoctoral del Instituto Milenio de Astrofísica y organizador del encuentro.
Según explica para ser confirmados como exoplanetas, los candidatos detectados por TESS necesitan de una serie de observaciones posteriores para determinar sus características físicas y orbitales, las que se realizan a través de observaciones desde el norte del país con instrumentos como el telescopio robótico CHAT o el espectrógrafo de alta resolución FIDEOS. También se utilizan instrumentos internacionales a los que se accede a través del acuerdo de 10% de uso para científicos chilenos, como por ejemplo HARPS en el telescopio 3.6m de la ESO y PFS en el telescopio Magellan de 6.5m en Las Campanas.
“Tal cantidad de datos implica una coordinación importante del equipo y alta competitividad del campo, lo que hace necesario este tipo de reuniones”, señala Brahm. “Asimismo, son desafíos que se suscriben directamente a las metas del MAS, ya que el gran volumen de datos originados por la misión TESS, implica el uso de nuevas técnicas ligadas a la astro-estadística y astro-informática, las cuáles son dos áreas importantes de desarrollo del instituto”, concluye.