Por Claudio Navarro, estudiante de doctorado MAS y del Instituto de Física y Astronomía UV
El centro de nuestra Galaxia, la Vía Láctea, es un lugar fascinante. Ubicado a unos 26 mil años luz de nosotros, se caracteriza por tener una gran cantidad de estrellas de diferentes edades, todas muy cercanas entre sí. Además, alberga un gigantesco agujero negro -conocido como Sagittarius A*- con una masa equivalente a millones de veces la masa de nuestro Sol. Estas características convierten al centro Galáctico en un laboratorio excepcional para poner a prueba los modelos de formación y evolución estelar en un ambiente a la vez denso y caótico.
Dentro de esta región encontramos también a dos cúmulos estelares muy jóvenes y sorprendentemente masivos: Arches y Quintuplet, con masas del orden de 10.000 veces la masa del Sol, y cuyas edades son menores a 5 millones de años.
Entre el centro Galáctico y nosotros hay una gran cantidad de polvo interestelar que absorbe la luz con mucha eficiencia y torna casi imposible ver las estrellas de esta zona en longitudes de onda visibles. Es necesario observar en el Infrarrojo, que es afectado en menor grado. Para esto utilizamos las imágenes del proyecto VISTA Variables in the Vía Láctea (VVV), el cual ha realizado más de un centenar de observaciones infrarrojas tanto del bulbo como del disco de nuestra Galaxia, desde el año 2010.
En nuestro trabajo, cuyos detalles se pueden encontrar en este link, nos enfocamos en una pequeña región del cielo, alrededor del cúmulo llamado Quintuplet, cuyo nombre se debe a la notoria presencia de 5 estrellas muy brillantes -entre ellas la “estrella Pistola”, la más brillante de la Vía Láctea. Nuestro objetivo era hacer un censo de las estrellas variables asociadas con este cúmulo. Dado que el cúmulo es bastante joven, esperábamos la presencia numerosa de estrellas en proceso de formación (conocidas como YSOs, que es la sigla en inglés de “young stellar objects”). Estos objetos en general presentan cambios significativos de brillo, debidos principalmente a la acreción de material desde el disco que rodea a la protoestrella.
Como resultado, encontramos 33 estrellas variables, de las cuales 24 no habían sido estudiadas en trabajos anteriores. La mayor parte de estas estrellas se encuentran en la Rama Asintótica, es decir, son estrellas gigantes rojas de masa intermedia, las cuales están en una etapa muy avanzada de su evolución. Además, encontramos cuatro variables que parecen ser objetos estelares jóvenes, las cuales podrían pertenecer a Quintuplet, aunque se requieren otros estudios para confirmar o descartar esta posibilidad. Una de las conclusiones de este trabajo es que detectamos una menor cantidad de estrellas jóvenes que la esperada. Las implicancias de este resultado están siendo analizadas actualmente.