Astrónomos detectan por primera vez presencia de un “magnetar” en una de las explosiones más energéticas registradas en el Universo.

El estudio, publicado por la Revista Nature. fue realizado por un grupo internacional de expertos, entre ellos al astrónomo de la Universidad Andrés Bello y del Instituto Milenio de Astrofísica, Felipe Olivares. 

Los estallidos de rayos gamma (GRB, por sus siglas en inglés) son resultado de las explosiones más energéticas del Universo. Normalmente sólo duran unos segundos, pero en ocasiones muy raras siguen durante horas. Ese fue el caso del GRB de ultra duración 111209A, que fue descubierto el 9 de diciembre de 2011, el más largo y brillante jamás observado.

A medida que el resplandor de esta explosión fue desvaneciéndose, el GRB 111209A fue estudiado utilizando los instrumentos GROND (instalado en el Telescopio MPG/ESO de 2,2 metros, en La Silla) y X-shooter (instalado en el Very Large Telescope (VLT), en Paranal) hallando evidencia de la presencia de una supernova, la que más tarde fue bautizada como SN 2011kl, la que producía este tan inusual fenómeno. Era la primera vez que se descubría una relación entre la supernova y un GRB de larga duración.

«Dado que un estallido de rayos gamma de larga duración se produce sólo una vez cada 10.000 – 100.000 supernovas, la estrella que explotó debe ser especial por algún motivo. Los astrónomos habían asumido que estos GRBs provenían de estrellas muy masivas (de unas 50 veces la masa del Sol) y que marcaban el inicio de la formación de un agujero negro. Pero nuestras nuevas observaciones de la supernova SN 2011kl, hallada tras el GRB 111209A, están cambiando este paradigma de los GRB de ultra larga duración”, señala el autor principal del artículo y líder del equipo de investigación Jochen Greiner, del Instituto Max-Planck para el estudio de Física Extraterrestre (Garching, Alemania).

Lo que se descubrió es que no se trataba tan sólo del colapso de una estrella masiva como se pensó en un primer momento, sino que el GRB 111209A estaba siendo alimentado por un “magnetar, una estrella de neutrones pequeña que gira cientos de veces por segundo y que posee un campo magnético mucho más fuerte que el de las estrellas de neutrones normales, también conocidas como púlsares de radio, y que son los objetos más fuertemente magnetizados del Universo conocido.

“Existían estudios anteriores que postulaban que la mayoría de las supernovas asociadas a explosiones de rayos gamma resultaban de la formación de un magnetar, pero ésta es la primera vez que se tiene evidencia observacional de que un magnetar ha inyectado energía tanto a la supernova como a la explosión de rayos gamma. La SN 2010kl es la supernova más brillante que ha sido asociada a una explosión de rayos gamma a la fecha y según las observaciones presentadas estaría fuertemente alimentada por el magnetar, en términos de energéticos. Es decir, SN 2010kl fue tan brillante porque había un magnetar inyectando energía en la supernova”, explica Felipe Olivares, investigador del Departamento de Física de la Universidad Andres Bello y del Instituto Milenio de Astrofísica MAS, quien fue parte del equipo de expertos detrás del descubrimiento.

Un avance que para el especialista obliga a cambiar el paradigma del estudio de los GRB para ahondar aún más en sus misterios. “De ahora en adelante, los modelos teóricos de explosiones de rayos gamma y supernovas tendrán que incluir la presencia de un magnetar para dar cuenta de todas las fuentes de energía”, concluye.

Para revisar el paper completo en Nature, haz click aquí 

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