Márcio Catelan, investigador asociado del Instituto Milenio de Astrofísica MAS y profesor del Instituto de Astrofísica UC, aparece en un listado de más de 100.000 científicos y científicas de todo el mundo y de diversas áreas del conocimiento, destacados gracias al alto nivel de sus investigaciones clasificadas gracias a un nuevo método de medición de impacto.
Un equipo, liderado por el académico de la Universidad de Stanford, John P.A. Ioannidis, quien es experto en ciencia de datos, propuso una alternativa de medición del impacto científico que, utilizando indicadores bibliométricos, desarrolla una base de datos que contempla indicadores de los científicos más citados a nivel mundial.
En el estudio, que fue publicado en la revista PLOS Biology y que considera a más de 100.000 investigadores e investigadoras de todo el mundo que se dedican a distintas áreas científicas, fue destacado el investigador asociado del MAS, Márcio Catelan. “Primero que nada, para mí es motivo de orgullo constatar que mi trabajo ha sido reconocido en un estudio de una institución tan seria y prestigiosa como lo es la Universidad de Stanford. Quiero destacar que no creo que lo hubiese logrado sin los muchos buenos estudiantes con quienes he podido trabajar desde que llegué a la PUC, en 2001, y sin el apoyo de los órganos de financiamiento estatal, como CONICYT, Milenio y (más recientemente) ANID. En términos de mi carrera, aunque ocurra en una etapa distinta, yo lo compararía quizás a la obtención de la beca Hubble, en 1998, y luego de la Guggenheim, diez años más tarde, cuando yo ya era académico de planta en la PUC”, señala Márcio.
La base de datos creada en este estudio contempla 22 campos científicos y 176 subcampos, y además permite conocer resultados de los investigadores tanto a lo largo de su trayectoria o de un año en específico. Asimismo, contempla una serie de nuevas consideraciones. “En este estudio, los autores utilizaron una variedad bastante impresionante de indicadores de productividad e impacto científico a lo largo de la trayectoria laboral de cada investigador. Se toman en cuenta, por ejemplo, los artículos publicados como único autor (tuve varios, en los primeros años de mi carrera) y aquellos publicados en colaboración con otros científicos. En mi caso, esto último pasó a ocurrir principalmente desde que llegué a la PUC, y con mayor fuerza todavía a partir de la creación del Núcleo Milenio para la Vía Láctea (que tuve la felicidad de liderar) y su posterior fusión con el Núcleo Milenio de Estudios de Supernovas (liderado por Mario Hamuy), que llevó a la creación del Instituto Milenio de Astrofísica (MAS). En el estudio de Stanford, también se considera, obviamente, la cantidad de citas a los trabajos, asimismo el llamado índice de Hirsch (h) y su versión corregida por la presencia de múltiples autores en cada trabajo (hm). Todos estos indicadores son corregidos por la presencia de las llamadas «auto-citas», explica.