Te has preguntado alguna vez ¿cuál será el destino de nuestro Sol? Nuestra estrella, al igual que nosotros, tendrá un final y este llegará cuando ya no sea capaz de generar en su núcleo la energía necesaria para contrarrestar la fuerza de gravedad, lo que le permite no colapsar sobre sí misma. Esto provocará que en su búsqueda por encontrar el equilibrio, las capas exteriores del Sol serán expulsadas, mientras su núcleo comenzará a contraerse, creando finalmente una enana blanca. Sin embargo, este remanente estelar tendrá aún la suficiente energía para calentar el gas liberado de las capas exteriores de la estrella, dando vida así a una nebulosa planetaria. Muy lentamente la enana blanca, que antes fue nuestro Sol, se irá enfriando y encontrará su final.