Los desafíos que impondrá la puesta en marcha del LSST

Con menos de diez años en el horizonte, la comunidad astronómica nacional tiene como reto organizar los cambios necesarios para no quedar bajo la avalancha de información que se obtendrán con la puesta en marcha del LSST. Los temas de conectividad y análisis de datos parecen ser los principales desafíos que deberá enfrentar el creciente grupo de expertos en Chile. 

El Large Synoptic Survey Telescope (LSST) será sin duda uno de los mayores hitos que marcarán la historia de la astrofísica moderna. La gran cantidad de datos que producirá impondrá un desafío sin precedentes a la comunidad científica mundial que tendrá completo acceso a la información de nuevos fenómenos variables que serán registrados por este telescopio de 8.6 metros de diámetro que escaneará todo el cielo austral cada tres noches y que comenzará a operar en 2020.

En Chile, gracias a un convenio especial firmado entre la Universidad de Chile y la Association of Universities for Research in Astronomy (AURA), los astrónomos podrán acceder al 100% de los datos con igualdad de condiciones que las 40 instituciones participantes del proyecto, sin embargo, esta democratización implica una tarea sin precedentes para la reducida (aunque en constante crecimiento) comunidad de expertos en Chile: ¿cómo procesar tal magnitud de información luego de que es obtenida? Instituciones pequeñas podrían quedar en desventaja frente a las grandes universidades del mundo que en el corto plazo podrán contar con una infraestructura propia para realizar las observaciones de seguimiento necesarias para analizar los objetos captados por el LSST.

Una realidad que ha marcado la creación del Instituto Milenio de Astrofísica MAS, cuyo objetivo principal es preparar el camino para enfrentar los grandes volúmenes de datos que arrojarán ésta y otras prospecciones sinópticas de alto volumen.

“Esto nos impone una escala a la que no estamos acostumbrados. El mayor problema que tenemos que solucionar en Chile es el de Internet. Debemos mejorar la conectividad y también la capacidad de almacenaje para la cantidad de datos que estarán disponibles”, explica Dante Minniti, Subdirector del MAS.

Al respecto, Mario Hamuy, Director del Instituto señala: “Afortunadamente no estamos partiendo de cero en esta área, porque en Chile existe una infraestructura de conectividad de alta velocidad ya establecida por REUNA y capacidad de cómputo como el del CMM en la Universidad de Chile, el de la Universidad Católica y el que se construirá en La Serena como parte del acuerdo que existe con el proyecto LSST. Lo que debemos solucionar es lo que se denomina el “problema de la última milla”, es decir, cómo hacemos que la información llegue efectivamente al escritorio del investigador. Eso es lo que debemos trabajar desde ya con REUNA, las instituciones y departamentos de astronomía de las universidades”, señala Hamuy. Por parte de MAS, Minniti agrega la necesidad de que todas las universidades que conforman la institución tengan acceso a esta red de conectividad, lo que permitirá a sus investigadores acceder de manera óptima a los datos.

Asimismo, ambos investigadores están de acuerdo en que otro de los desafíos a abordar es la creación de un nuevo software que permitan extraer la información relevante de toda la que estará disponible, una desafío tanto astronómico, como estadístico e informático y que guían la hoja de ruta que el MAS se ha propuesto para los próximos 10 años, convocando un grupo multidisciplinario de expertos.

Búsqueda de nichos 

Otro de los retos que deberán abordar los astrónomos es la infraestructura asociada que deberá acompañar al LSST y que el proyecto principal no contempla.

Si bien la comunidad nacional cuenta con un 10% del tiempo de observación de toda la base instalada en el país, este privilegio no será suficiente, pues no bastará para observar detalladamente los objetos que surjan a partir del LSST. “Corremos con ventaja si pensamos que tenemos 36 noches al año para una comunidad astronómica nacional es más pequeña que por ejemplo la europea o la estadounidense. Sin embargo, esa sólo es una ventaja si sabemos cómo aprovecharla”, explica Minniti.

En ese sentido, Mario Hamuy sostiene: “Hay que ser estratégicos para definir  cómo posicionarnos y no quedar en desventaja frente a las instituciones más poderosas que participan el en LSST y que podrán  construir sus propios instrumentos  de seguimiento. El 10% de observación que tenemos nos da una ventaja, pero quien lidere esta competencia serán las instituciones que tengan instrumentos dedicados a observar los nuevos objetos  identificados por el LSST. El MAS es una plataforma para identificar fuentes de financiamiento nacionales y alianzas con instituciones locales y extranjeras con el fin de diseñar y construir estos equipos, y lograr posicionarnos como líderes de investigación en nichos específicos en donde tenemos experticia y potencial para participar de los grandes descubrimientos de la próxima década”.